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Transeúntes perdidos en su sombra: Luz en el psicoanálisis.

Por Elí Ganem

Ilustración realizada por Elí Ganem @ga.m.a @discursointerno



[Vemos el bosque más que los árboles cuando entre los árboles se observa la luz, analogía a la psicoterapia psicoanalítica. ]

Cada analista tiene su propia analogía sobre la terapia que implementa. La cual, en su mayoría la expresa en las entrevistas a los pacientes que dejan notar sus miedos, incertidumbres y diferentes ideas con respecto a la psicoterapia.


La mía la conocí siendo aún estudiante de Psicología...


Una noche, como cualquier otra, saque a mi perro a uno de sus paseos habituales del día. Sin razón conocida, el parque estaba completamente oscuro esa noche y las únicas que tenían luz, eran las calles que lo rodeaban.


Mientras caminaba por las orillas veía hacía el parque fijamente, estaba impactada de lo oscuro que se veía. Pensaba en lo peligroso que aparentaba y a pesar de ser un lugar que conozco a la perfección, me dio miedo. Generé muchas ideas y fantasías, referente a “¿Qué podría pasar si entraba ahí?”, y con las ideas vino la incertidumbre.


Mi perro decidió entrar, pues instintivamente no percibió peligro, yo entre con él. Para mi sorpresa, estando dentro, todo se vuelve nítido, sobre todo, seguro. Quedé sorprendida por las diferentes percepciones que tuve de un mismo lugar, por sólo haber cambiado de perspectiva. Desde adentro, no existía la completa oscuridad, había claridad, sumándole la luz de afuera que podía verse a lo lejos. Al igual que se veían los caminos para llegar allá.


Mientras vivía esta experiencia corta; mi mente, mis asociaciones, mi estructura de pensamiento no pudo evitar pensar en mi análisis y las diferentes ideas que he escuchado de la gente con respecto a la terapia psicológica o psicoanalítica. Sobre todo esas falsas ideas que llenan de angustia y temor a la persona que las vive, evitándose buscar, a toda costa, ayuda psicológica.


Percibo que muchos que no estamos psicoeducados, tenemos la falsa idea de que adentrarnos a nuestra mente puede dejarnos atrapados en lo más guardado de nuestro ser, pensándola concretamente como un pozo sin salida. Pero la mente no es el hueco del cual no puedes salir.


Para mí, la mente sí es una tierra desconocida con senderos y árboles que pueden desubicarte, incluso con seres que desconocemos, o imágenes que nos asustan, pero tres cosas más importantes. La primera, es que uno no entra solo. Entra con un guardabosques, especialista en tierras desconocidas, en segundo lugar, siempre hay luz, y tercero y último, con ello muchas salidas que te conectan a la realidad nuevamente.


Vi el parque como un bosque enorme, sin salida y completamente desconocido. Le agregué temores que no tenían motivo ni razón de existir. En lugar de ponerme a pensar que conozco cada árbol, cada camino y sé quiénes están ahí adentro.


La terapia puede ser eso. Durante entrevistas o incluso antes, uno puede considerar el análisis como el parque oscuro y peligroso que yo vi. Pero cuando se decide adentrarse junto con un experto, se podrá ver que nunca es como cuando lo ves por fuera. Habrá espacios oscuros, eso es definitivo, pero con orientación experta, uno saldrá de ahí de nuevo a la realidad.


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¡Hola! Muchas gracias por leer. 

Soy psicóloga y me apasiona la escritura, si esta lectura te inspiró, recordó o generó algo; me encantaría que me lo dejaras un comentario, será un placer leerte.

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