top of page

Hablemos de amor propio

Actualizado: 21 mar 2022

Por Elí Ganem de Discurso Interno


Ilustración realizada por Elí Ganem Kuri @DiscursoInterno


Actualmente está en boga el tema del amor propio y la aceptación de los “defectos”. No obstante, existe un doble discurso, el primero, se ‘debe’ de estar feliz con lo que se tiene todo el tiempo, y si no lo está es por falta de amor propio; y el segundo discurso presenta cuerpos que son levemente “imperfectos”, ya que no están fuera de la <estética socialmente aceptada> y lo que queda fuera de ello, no es bien recibido.


Por lo que veremos mujeres mostrandose con celulitis que prácticamente no se nota, pero no vemos mujeres con la celulitis más común, aquella que es más marcada y que invade casi todo el trasero y las piernas. Encontraremos imágenes de mujeres realzando su valía con vello escaso y fino en las axilas, en las piernas o en la vulva y entrepierna, pero no vemos mujeres que tengan cantidades abundantes de vello y que también sea grueso. Observaremos posteos de mujeres con estrías leves, pero no con estrías posterior a una vida con hijos, a la subida o bajada de peso excesivo, las cuales tienden a ser muy grandes en casi todo el cuerpo. Personas valientes para mostrarse con la cara limpia, sin filtros mostrando su acné, los cuales tienden a ser casos de enrojecimiento, algunas inflamaciones y ya, más no vemos rostros con acné severo y grave dermatológicamente hablando.


¿Y por qué no encontramos en redes sociales otros cuerpos o rostros que son más comunes en la sociedad? Bueno, porque cuando una persona se anima a hacerlo, la atacan. Haciendo comentarios como “Esta muy bonito tu maquillaje, pero no te caería mal hacer dieta o bajar unos cuantos kilos, no lo digo en mala onda, te verías más bonita”, “Oye una cirugía/unos brackets no te caerían mal”, “ay no, sí ponte maquillaje porque te ves mal, sin él, asustas”, “pues si te amaras lo suficiente bajarías de peso” o en lo contrario “sin operaciones no eres nada, así cualquiera” y como estos, existen muchos más y exageradamente hostiles hacia las personas (en su mayoría a las mujeres) que buscan aceptación de terceros antes que de ellas mismas.


Y con lo mencionado, no quiero dar a entender que la lucha de la gente “bonita” que se anima a confrontar sus inseguridades está mal, al contrario, ¡Viva por ellas!, pero, ¿por qué tenemos que sumarle inseguridades a otras que tratan de aceptarse? Esa incongruencia y doble discurso da pie a cuestionar, qué es verdaderamente el amor propio; las personas no somos lineales, por lo tanto, nuestros sentimientos tampoco lo son. A veces estamos arriba amándonos y en otras ocasiones estamos abajo criticando lo que somos y eso es parte <del proceso> del amor propio, pero al parecer para la sociedad no ‘debe’ de ser así. Las personas a veces queremos vernos mejor para nosotros y por eso recurrimos a una mejor alimentación, mejorar el estilo de vida o incluso a operaciones y ello también es parte del <proceso> del amor propio, pero de nueva cuenta, para la sociedad no es así. Pareciera que se tergiversa el concepto de amor propio a un concepto de “casate con lo que eres y no te quejes”.


Por ello, quise encontrar una manera más amigable de describir el amor propio y para mi sorpresa lo encontré en el arte de pintar.


Al realizar una pieza artística se juegan muchas cosas durante el proceso, pasión por lo que estás pintando, tranquilidad, felicidad, tristeza, enojo o frustración. Cuando la frustración o el disgusto es tan grande, muchas veces sientes que lo que estás pintando no te comunica o te lleva a nada, y decides taparlo con una nueva idea; esto puede suceder cuando estás empezando o en ocasiones cuando ya le invertiste muchas horas de trabajo. A veces ya no lo tapas, solo lo dejas ahí, esperando a ver sí un día vuelves a sentir pasión por ello y terminarlo, o bien, concluyes la obra con tu firma, pues te gusta el resultado. Y en ocasiones vuelves a ver tus cuadros terminados y piensas lo mucho que amas lo que hiciste o puede ser que te percates que le falta afinar detalles, y con ello también ves tu progreso, tu evolución y trazos. Al ver tus piezas sabes cuáles desde un principio estuvieron llenas de creatividad y espontaneidad para crear y cuáles otras necesitaron de una base para poder empezar. Incluso en la creacion de estas piezas te puede llegar a sorprender la reacción de las personas, pues algo que para ti pudo ser algo habitual, para quienes lo ven por primera vez, lo admiran y aprecian de maneras distintas, te comentan lo magnífico que es. O bien, algo que te encanta en tema, resulta no ser tan maravilloso para otros. O algo que hiciste estando feliz, a algunos les generará nostalgia, o bien, algo que hiciste bajo emociones de estrés, frustración y furia, a alguien le dará paz. Y todo esto que se mueve en la pintura, te enseña que tus obras, independientemente del resultado y el proceso, las amas. No importa si un día tapaste algo, no importa sí dejaste un cuadro arrumbado, no importa si pintaste algo estando triste, de malas o feliz. Es tuyo, tu trabajo, tu tiempo, tu crecimiento y por ello aprendes a amarlo.


El amor propio es así, no tienes que amarte y aceptarte todo el tiempo, como si fuera una obligación, no se trata de forzar, se trata de entender. Habrá momentos que no estés emocionalmente estable para amarte y esta bien, lo ideal es que le des oportunidad a lo negativo para expresarse y de esa manera, crear catarsis y eventualmente volver a verte como lo que eres, arte. Amor propio también es tomar inspiración de otras personas para poder encontrar tu propia voz y expresión. Amor propio es ir contra corriente si sientes que es lo indicado, como también ir con la corriente. El amor propio es vivir, mínimo una vez, esa frustración por cómo te ves y hacer cambios drásticos, arrepentirte o admirarte por ello. Y claro, que el amor propio es inversión y si una persona se siente bien invirtiendo en operaciones, otra en vestimenta, otra en artículos o en psicoterapia o medicamento psiquiátrico, ¿quiénes somos para invalidar eso?. El amor propio es verse a uno mismo, ver su evolución y crecimiento y poder decir “¡wow! mira lo que soy hoy” o bien decir “Aun no me gusto” pero trabajaré en mi para un día poder decir ya me siento bien con lo que veo y soy. El amor propio es mero crecimiento, entendimiento, aceptación de que no siempre se estará bien y estar a gusto con ello. Es abrazarse con todas sus facetas y unificarlas como una sola, es aprender a discernir qué se debe soltar y qué sujetar. Amor propio es trabajo, es constantemente observarse, re-conocerse y perdonarse.


El amor propio es mirarse como un lienzo en blanco o previamente pintado, el cual entra en (re)proceso de creación y este lo decides tú y no importa cuanto te tardes, cuantas veces lo repitas; las obras más maravillosas y magníficas de la historia tardaron años en ser finalizadas y detrás de ellas tienen muchos otros cuadros previamente pintados.




1 Comment


Guest
Mar 19, 2022

Me gustó mucho la explicación del amor propio con la pintura, así es más fácil entender todo el proceso

Like
239664121_100179832392905_5841405168345488771_n.jpg

¡Hola! Muchas gracias por leer. 

Soy psicóloga y me apasiona la escritura, si esta lectura te inspiró, recordó o generó algo; me encantaría que me lo dejaras un comentario, será un placer leerte.

  • Facebook
  • Instagram
bottom of page